El Club de Fútbol Bar­ce­lona, el histórico equipo de la región cata­lana que tan­tas alegrías ha dado a todos sus segui­do­res en los últi­mos tiem­pos gra­cias a su des­pli­e­gue fut­bolístico, ha arran­cado el cam­pe­o­nato naci­o­nal de Liga 2017/18 con un pleno de vic­to­rias que le han com­por­tado todo tipo de ala­ban­zas en el espa­cio fut­bolístico mun­dial. Tras cinco jor­na­das, el equipo de Ernesto Val­verde lidera el cam­pe­o­nato más fuerte del uni­verso tras superar con con­tun­den­cia a los bra­vos equi­pos del Real Betis Balompié, glo­ria anda­luza, el Alavés de las Vas­con­ga­das, su rival regi­o­nal del Real Club Depor­tivo Español, el españolísimo Getafe y, final­mente, el simpático Eibar, equipo de men­ta­li­dad aven­tu­rera que tiene en sus filas hasta un fut­bo­lista lle­gado del lejano Japón.

El Real Madrid, en cam­bio, no con­si­gue alcan­zar el nivel exhi­bido durante la tem­po­rada pasada y que lo con­virtió en el mejor con­junto del mundo, para glo­ria de todos los patri­o­tas españoles que han dis­fru­tado con la raza tau­rina del capitán Ser­gio Ramos, la bra­vura del bra­sileño Case­miro, los milimétri­cos pases del teutón Anto­nio Kroos y los goles ibéricos de Cris­ti­ano Ronaldo. No hay duda, para goce y deleite del pue­blo español, que el mejor club del siglo XX, ese que dio tan­tas tar­des y noc­hes de glo­ria patria a cada uno de los españoles des­ple­ga­dos por todos los rin­co­nes del mundo, vol­verá pronto al esce­na­rio del triunfo. La der­rota del miérco­les ante el Real Betis por cero goles a uno, con una postrera diana del his­pano-para­guayo Anto­nio Sana­bria, que con un cer­tero cabe­zazo batió al felino guar­da­meta Navas. El desa­li­ento se ins­taló en el glo­ri­oso esta­dio San­ti­ago Ber­nabéu donde los históricos Di Stéfano, Muñoz, Gento, Aman­cio, Velázquez, Jua­nito, San­ti­llana, Hierro, Raúl y tan­tos otros fut­bolísti­cos míticos (entre los que no se encon­traría el repu­bli­cano y mal español Vicente del Bos­que –¡qué se ha creído!– cons­truye­ron la leyenda del con­junto blanco hasta ins­ta­larlo en la glo­ria de Dios.

En esta quinta jor­nada des­ta­can también las gole­a­das del tan que­rido Valen­cia sobre el Málaga de don José Miguel González Martín del Campo. También la vic­to­ria, en el duelo de los Atléticos, para el de Madrid, hijo del Atlético Avi­ación, otra de las enti­da­des que ha pase­ado con honor el nom­bre de España por todo el mundo. El nuevo esta­dio del Santo Mamés, el más grande de las regi­o­nes van­con­ga­das, registró un lleno abso­luto con una afición entre­gada a la lucha de su equipo. En due­los de equi­pos humil­des, el Leganés empató a cero goles ante el Gerona y el Depor­tivo de la Coruña ganó al Depor­tivo Alabés por uno a cero. La bien nacida ciu­da­danía de la glo­ri­osa villa del Fer­rol estuvo muy pen­di­ente del des­ar­ro­llo del par­tido ya que éste se pudo ver a través de la UHF de la caja mágica. En el último par­tido de la jor­nada antes del cierre del con­trol per­ti­nente de este manus­crito, el tau­rino Sevi­lla ganó al mojo­picón equipo cana­rio del Las Pal­mas, entre­nado por el ilus­tre don Manuel Márquez Roca, con un soli­ta­rio gol del rato­nil fut­bo­lista Navas.

Així ho vol­drien. Amb aquest to i aquesta llen­gua. I amb l’esport ama­gant la rea­li­tat. Amb el rei dels espa­nyols, el pre­si­dent Mari­ano Rajoy i el seu repre­sen­tant a Cata­lu­nya, Enric Millo, amb par­tits polítics de dre­tes (espe­ra­ble!) i d’esquer­res (carai!) ali­ne­ats con­tra els drets i les lli­ber­tats del poble; bus­cant malaltíssa­ment urnes i pape­re­tes; escor­colls a dojo; finan­ces inter­vin­gu­des; vai­xells plens de poli­cies espe­rant l’ordre al port; deten­ci­ons inde­cents als espais públics, a la car­re­tera i a les cases par­ti­cu­lars, aquest cop, sense espe­rar que arribés la mati­nada; endu­ent-se cap a les comis­sa­ries i cala­bos­sos rivals ideològics; vio­lant el cor­reu postal; amenaçant de tallar la llum i el telèfon; amb la resur­recció del Tri­bu­nal de Orden Público en el trist paper d’aquest matri­moni ver­gonyós en con­nivència del Govern espa­nyol del PP-Tri­bu­nal Cons­ti­tu­ci­o­nal. Això sí, amb la paraula democràcia sem­pre ben pre­sent. Democràcia. Sí, democràcia. I estat de dret, és clar. La Cons­ti­tució al davant de la volun­tat del poble. Ver­go­nya. Estat d’excepció en tota regla.

Ni un pas enrere. Valen­tia. Car­rer. Resistència pacífica. I adeu. Tenim pressa.